Buenos Aires posee un patrimonio arquitectónico desconcertante y sugestivo. Las múltiples fuentes de inspiración y la tendencia local a la reelaboración consolidaron en los dos últimos siglos una herencia artística vasta y ecléctica. Este blog pretende mostrar a través de fotografías algunos de esos detalles que suelen escaparse a quien camina sin mirar por donde pasa.

lunes, 31 de enero de 2011

Casa Mínima


En Buenos Aires se conoce como la casa mínima a una vivienda ubicada en el número 380 del Pasaje San Lorenzo, barrio de San Telmo. Con sólo 2,5 metros de ancho y 13 metros de profundidad, tiene la particularidad de ser la más angosta de la ciudad.

Tiene una fachada exterior lisa, con una pequeña entrada y una puerta pintada de verde atravesada por una cerradura de hierro. En la planta superior asoma un balconcito con barrotes verticales de hierro, desde donde se esconde una ventana de dos hojas simétricas y dos cortinas iguales pliegue a pliegue. Por sobre la cornisa aparecen algunas plantas que dejan ver a los cimientos a través de los viejos y descascarados materiales.

En el barrio de San Telmo es frecuente escuchar leyendas e historias sobre las casas y calles, siendo la casa mínima parte de una de ellas: En el Buenos Aires de la primera mitad del siglo XIX la cantidad de esclavos negros era realmente importante (sobre 800.000 habitantes en 1850, 110.000 eran mulatos y 20.000 negros); al declarar la libertad de vientres y abolir la esclavitud, todos estos esclavos debieron buscar un lugar donde vivir, por lo que resultaba frecuente que sus antiguos amos les proporcionaran pequeños terrenos para que levantaran sus casas. La leyenda del barrio dice que un esclavo de Urquiza, al ser liberado recibió esta pequeña casa en 1813.

Diego M. Zigotto lo plantea de la siguiente manera: "La historia, recogida por más de una guía turística y páginas de internet dice que fue construida en 1813, cuando la Asamblea Constituyente dictó la libertad de vientres. Sin embargo, la esclavitud no se abolió hasta 1853, y por lo tanto la casa no puede haber pertenecido a ningún «esclavo liberto» de 1813."

El arquitecto José María Peña, director del Museo de la Ciudad, condujo una investigación en la que encontró en un catastro de 1860 (donde se señalan las dimensiones de los lotes) que el terreno perteneciente a la casa mínima era una propiedad que tenía 16 metros de frente con 17 de fondo. Es por esto que Peña tiende a pensar que en sucesivas divisiones del terreno quedó un lote de menos de 2 metros y medio de ancho, en el que hoy sobrevive la casa mínima.

En los años 60' (del siglo XX) la propiedad fue comprada por un anticuario, quien aparentemente fue el propagador de la leyenda del esclavo liberto. Sea como fuere, la casa mínima es un buen disparador para recordar la historia esclavista de Buenos Aires, que está un poco relegada en la memoria de sus ciudadanos.

Fuente: Wikipedia

Edificio The Ault & Wiborg Argentina :: Actual Turner International Argentina


El edificio fue construido en el año 1927 por el arquitecto Federico Meyer y está ubicado en la esquina de las calles Defensa y México en el barrio de San Telmo.

El primer uso de este edificio fue el de imprenta, por lo que cuenta con una estructura de hormigón armado con columnas exentas y vigas de gran porte debido a la sobrecarga necesaria en sus comienzos. Esto permitió el desarrollo de un proyecto con pocos cambios estructurales, solo un refuerzo de columnas y algunas vigas de hormigón.

El edificio está catalogado bajo el área de protección histórica. Por este motivo, el proyecto debió pasar por la aprobación de la comisión de patrimonio arquitectónico del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

Las fachadas son de estilo neoclásico, característico de la arquitectura de Buenos Aires en los años 30, con un basamento sólido, un desarrollo de tres niveles, dos de ellos de doble altura cada uno y un remate de cornisa con un gran volado sobre la fachada. Las ventanas del último nivel están flanqueadas por cariátides que parecen sostener la cornisa. El acceso es por la esquina y es posible subir a los distintos niveles por un ascensor de madera con cerramientos de reja de hierro y puertas tipo tijera, característico de la época de su construcción.

Antiguo Depósito Aduanero :: Actual Michelangelo


El edificio se encuentra ubicado en Balcarce 433, en el barrio de San Telmo. Está emplazado en una construcción histórica de Buenos Aires, sobre el terreno que desde 1606 ocupó la orden de Santo Domingo (cuyo convento se ubica en la misma manzana).

Conservando las características de los edificios anteriores a la primera mitad del siglo XIX, fue remodelado en 1752 para convertirlo en depósito de mercadería. En 1850 el arquitecto inglés Edward Taylor construye el edificio que se convertiría posteriormente en depósito aduanero.

En 1971, el lugar fue remodelado y convertido en salón de espectáculos.

domingo, 30 de enero de 2011

Edificio en Chacabuco 78



El Edificio Chacabuco 78 es una de las obras maestras del arquitecto Julián García Núñez, máximo exponente del modernismo catalán en la Argentina.

Se trata de un edificio de oficinas con locales comerciales en la planta baja, proyectado en 1910 para Ignacio Atucha en un terreno a metros de la Avenida de Mayo, vía inaugurada en 1894. La obra la llevó a cabo la constructora del propio García Núñez, y el edificio fue terminado hacia 1911.

Chacabuco 78 ha sido elogiado por los arquitectos argentinos de las siguientes generaciones por presentar innovaciones y un aprovechamiento singular de los espacios comunes y la luz natural. Es un edificio de planta baja y cuatro pisos superiores (el último conforma dos torretas laterales que asoman sobre la fachada), en donde el frente a nivel de la calle está ocupado por dos comercios que encierran el acceso al sector de oficinas. Cada piso superior tiene doce oficinas y un baño común a todas ellas.

El interior de la construcción ha sido catalogado como una de las primeras experiencias de desmaterialización de la caja arquitectónica, ya que al hacer que todos los pisos compartan el espacio central a través de galerías, y utilizando un techo a dos aguas de vidrio que permite el acceso de luz solar, y ladrillos de vidrio para revestir los pisos de la galería, García Núñez logró la máxima integración de todos los niveles de oficinas. El ascensor y la escalera circulan por el centro del espacio central, y existe una pasarela que conecta los dos laterales del cerco de oficinas en cada uno de los niveles superiores.

En cuanto a la ornamentación, se trata de una fusión de corrientes del modernismo de comienzos del siglo XX, ya que a elementos característicos del modernismo catalán, como las bandas laterales que adornan las torretas de la fachada, se le agregan los motivos geométricos de las barandas y rejas, más típicos de la Sezession vienesa.

En 1963, la familia Atucha-Ocampo dejó de ser propietaria del inmueble, realizando la división en propiedad horizontal entre sus ocupantes. La fachada y los interiores del edificio han permanecido intactos a lo largo de sus cien años de existencia, exceptuando el hecho de que en 2007 el consorcio decidió pintar el frente, hecho criticado por especialistas en arquitectura, ya que el acabado utilizado no debía ser pintado, y se trata de un edificio patrimonial, clasificado por el Gobierno de la Ciudad con nivel de protección integral, en 2007.

Fuente: Wikipedia 


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Casa Mappin & Webb :: Actual Sede del Banco HSBC


La Casa Mappin & Webb es un antiguo edificio construido por los arquitectos Louis Faure Dujarric y Robert Russell Prentice para alojar la sucursal de la joyería Mappin & Webb en el barrio de San Nicolás. Luego fue adquirido por la Banca Nazionale del Lavoro, y actualmente es una sucursal del banco HSBC.

El edificio, de estilo academicista, fue proyectado en 1911, cuando la calle Florida era la principal calle aristocrática de Buenos Aires. A pocos metros se encontraba la Avenida de Mayo, terminada en 1894 y que nucleaba grandes tiendas, residencias, hoteles y oficinas, y aún no había sido abierta la Diagonal Norte.

Entre algunos de los objetos de lujo más importantes exhibidos por esta casa se encontraron la copa realizada en plata por William Bellchambers a pedido de Mappin & Webb en 1841, para que la reina Victoria obsequiara al club de yacht Royal Yacht Squadron. Sin embargo, la reina eligió otro modelo, y finalmente el de Bellchambers terminó varios años después en la sucursal porteña, donde fue adquirido en 1940 para obsequiarse en la Copa Los Andes de golf.

Otro objeto relevante habría sido un collar de esmeraldas adquirido por Eva Duarte de Perón (Evita) en 1946.

Fuente: Wikipedia

sábado, 29 de enero de 2011

Ex Usina y Talleres Gráficos del Diario La Prensa :: Actual Centro Cultural y Deportivo de SUTERH




Este edificio está ubicado en la calle Venezuela 330, en el barrio de San Telmo.

Construido en 1914 por el arquitecto e ingeniero Carlos Agote y reciclado en 1990, este edificio es ejemplo de la arquitectura industrial de principios de siglo XX.

La obra original presenta en su fachada una simbiosis entre el lenguaje de la tradición funcional inglesa y la huella dejada por la ola francesa en su basamento y remate.

En el presente, este complejo cuenta con una gran piscina en el subsuelo, donde se encontraban los motores y dínamos de la usina del diario La Prensa, en el entre piso una confitería y en el tercero, cancha de básquet y voley. En este último piso, se reconstruyeron, recuperando los materiales existentes, varios salones con su diseño interior original.

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jueves, 27 de enero de 2011

Antigua Biblioteca Nacional :: Actual Centro Nacional de la Música







La antigua sede de la Biblioteca Nacional se encuentra en la calle México 564 en el barrio de Monserrat.

Con fachada de carácter académico, se inauguró el 27 de diciembre de 1901, en un acto que encabezó el presidente Julio A. Roca. La obra estuvo a cargo del arquitecto italiano Carlos Morra, quien un año después le introdujo modificaciones.

El terreno fiscal elegido ostentaba antecedentes curiosos. Durante la Colonia se alzaba allí una casa de compraventa de esclavos, luego se derribó para hacer del terreno un cementerio y, durante un período breve, se establecieron algunos locales en los que se ejercía la prostitución.

Iba a ser sede de la Lotería Nacional de Beneficencia, pero finalmente el Presidente Julio Argentino Roca lo cedió a la Biblioteca Nacional. Esta decisión la tomó debido a los inconvenientes que presentaba la precaria casona en la que funcionaba el reservorio bibliográfico, en Moreno y Perú (desapareció al hacerse la autopista), constantemente denunciados por Paul Groussac, que estuvo durante 44 años, hasta su muerte, en 1929, al frente de aquélla. Además del importante cambio, Groussac contó con una habitación privada, de modo que el flamante edificio le sirvió también de vivienda. Aún se conserva su escritorio.

Si impresiona la imponente fachada, mayor es el efecto que causa el interior, por las dimensiones de sus ámbitos y galerías repartidos en tres pisos, además de la planta baja, en la que resaltan sus columnas y arcadas, un falso pórtico a modo de templo de estilo corintio, y un sótano y en donde -según los planos- existió un jardín. El extraño pasado del lugar y el majestuoso y laberíntico aspecto del singular inmueble concebido por Morra (monumento histórico nacional desde 2004) habrían inspirado algunos textos del más célebre de sus directores, Jorge Luis Borges.

Borges ocupó el cargo de Director de la Biblioteca Nacional entre 1955 y 1973. Al asumir, ya había perdido la vista, circunstancia que lo llevó a escribir su famoso Poema de los dones, cuya primera estrofa reza: "Nadie rebaje a lágrima o reproche/ esta declaración de la maestría/ de Dios, que con magnífica ironía/ me dio a la vez los libros y la noche"

De la biblioteca, que en 1992 empezó a ser trasladada a la estructura de la calle Agüero, queda como testimonio la gran sala de lectura (ahora sala Williams), con sus cariátides, una hermosa cúpula y las viejas estanterías sobre las que se lee la especificación de las variadas materias que cada una contenía: filosofía, ciencias, literatura y enciclopedias. En el notable ámbito ahora se ofrecen conciertos y recitales de música coral.

Como símbolos del primer destino proyectado, aquel nunca concretado de administración de la lotería, una decena de bolilleros de bronce jalonan la baranda de la escalera que lleva al primer piso.

Fuente: La Nacion


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Casa en Perú 555

Casa particular proyectada por Alejandro Christophersen, de arquitectura simple, con puertas de madera extrema con dos pequeños balcones con balaustres a su lateral, más dos en el pimer piso de herrería.

Christophersen decidió en este caso no dotarla de demasiada ornamentación limitando casi con la chatura extrema.

Sin embargo la única licencia que se permitió es el coronamiento central que presenta la casa que consta de un gran escudo alado.

No presenta modificaciones y está en excelente estado.

Edificio El Forjador :: Actual Club Museum


Sobre la calle Perú 535, entre Mexico y Venezuela, en el barrio de Monserrat, se encuentra un edificio muy singular, representativo de la Arquitectura Industrial, cuya inauguración se remonta al año 1894.

El edificio fue construído, casi íntegramente en hierro con piezas prefabricadas oriundas de Francia, más precisamente de la fábrica de Gustave Eiffel; las que fueron trasladadas por barco hacia la Argentina.

Para su incorporación sobre la estructura existente, se procedió a ensamblar cada una de las piezas al resto de la construcción que estaba en pleno desarrollo; bajo la dirección del arquitecto Lorenzo Siegeris.

Esta construcción esta integrada por un sótano, planta baja, dos plantas de altura, sostenidas con estructura de hierro como bandejas superpuestas. A los costados dos pilares de mamposteria, un arco con elementos decorativos y ornamentado con una imponente escultura.

Este edificio nació ante la necesidad del ingeniero mecánico Domingo Nocetti, de poder habilitar un lugar para la exposición y venta, de los tantos artículos que producía en su fábrica de máquinas agricolas, la que se denominaba "El forjador", simbólicamente presente, en la figura, que se encuentra en lo alto "dando la primer forma con el martillo a cualquier pieza de metal".

En la fachada se destacan: los pórticos, los ventanales y el pináculo art decó.

Casa Moreno :: La Pequeña Andalucia


Casa Moreno, o La pequeña Andalucía, es un edificio neocolonial perteneciente al casco histórico de Buenos Aires, ubicado en la calle Moreno 786.

El Edificio fue construido por el renombrado arquitecto Martín Noel, quien se inspiró a principios del siglo pasado en una encantadora ciudad española: Andalucía, lugar donde se entrelaza el arte español y el arte moro.

Casa Moreno tiene un gran patio central que va distribuyendo hacia sus costados los distintos departamentos. Mientras uno camina por éste puede apreciar fuentes andaluzas, mayólicas, ascensores de época, escaleras, plantas, puertas forjadas en hierro, y una fuerte sensación que nos transporta a una Argentina colonial.

Cada departamento, a su vez, fue pensado con el esplendor y las pretensiones que exigía la Belle Epoque argentina: todos sus materiales son nobles, los pisos son de pinotea, las aberturas interiores de cedro, las ventanas y las celosías son de hierro, la puerta principal es de hierro forjado; y, tiene un detalle de época sólo para exquisitos: el timbre -en lugar de ser eléctrico- es una campana de bronce que se jala desde el exterior del departamento, como se hacía en los tiempos de la colonia, cuando todavía no existía la luz.


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miércoles, 26 de enero de 2011

Edificio en Adolfo Alsina 811 :: Ex Tienda San Juan



La Tienda San Juan fue fundada el 2 de Mayo de 1875 por los comerciantes españoles Casimiro Cibrian y Estanislao Vera.

La arquitectura del edificio denota la influencia italiana de mediados del siglo pasado, especialmente reflejada por su balcón voladizo cerrado con vidrios.

La tienda desapareció en 1908 bajo un voraz incendio.

Actualmente el edificio está ocupado por un supermercado chino.

Iglesia San Juan Bautista :: Convento de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza





La Iglesia de San Juan Bautista es una iglesia católica ubicada en la calle Alsina, esquina Piedras, en el barrio de Monserrat, en Buenos Aires. La primitiva iglesia fue construida en 1654, dado su mal estado de reconstruyó en 1719. Se reedificaría por completo en 1767, demoliéndose en 1778 para construir la actual construcción, terminada en 1797.

En 1942 fue declarada Monumento Histórico.


Historia


La primitiva construcción de la iglesia fue hecha bajo el patrocinio del Ilmo. Fray Cristóbal de la Mancha y Velazco, para el servicio de los naturales, en 1654. El mal estado amenazaba con derrumbarla, por lo que un vecino adinerado, el señor Juan Bautista de San Martín, ofreció a la Curia construir un templo nuevo. Para la nueva iglesia fueron utilizados los restos de la antigua y las limosnas y donativos de los creyentes.


La iglesia se construyó 1719, gracias a la donación del Maestro de Campo de Milicias Don Juan de San Martín. Se reedificó totalmente en 1769, siendo demolida en 1778. Su actual construcción data de 1797. Inicialmente funcionó como Iglesia para Curato de Indios, pero luego pasó a ser parte del Convento de las Monjas Clarisas Capuchinas, llegadas a Buenos Aires en 1747.


La fachada fue realizada en 1895 por J. M. Belgrano y posteriormente rehecha por Rómulo Ayerza.


La iglesia es de nave única, cubierta por una bóveda de cañón corrido; sobre el transepto se alza una gran cúpula ciega. Se conserva aún la capilla privada desde donde las Clarisas Capuchinas escuchaban misa.


En la fachada, se destaca el gran arco central con rosetón y vitrales, coronado por un frontis con pequeños arcos pensiles. La flanquean torres asimétricas, distintas en tamaño, forma y altura.


El retablo del altar mayor, del siglo XVIII, fue dañado en los incendios provocados durante la noche del 16 de junio de 1955. Al restaurarlo, treinta años más tarde, se separó la mesa para oficiar la misa de cara al pueblo.


Esta iglesia alberga el sepulcro de Don Pedro Melo de Portugal y Villena, quinto Virrey del Río de la Plata. En el patio de la casa parroquial, llamado "Patio de la Reconquista", están enterrados los combatientes de las Invasiones Inglesas de 1806 y 1807, tanto criollos como ingleses. También, bajo el coro se halla una cripta que contiene las tumbas de doscientos setenta monjas Clarisas Capuchinas.


Adyacente a la iglesia se encuentra el patio llamado de "los Capellanes" que ostenta en su centro una estatua de Santa Clara, porque a su mediación se atribuyó la Reconquista de Buenos Aires (1806). Afirma una tradición auténtica que Santiago de Liniers, el 12 de agosto, antes de emprender la lucha contra el invasor inglés concurrió a la iglesia de San Juan, con un grupo de patriotas, para invocar la protección de Santa Clara cuya fiesta celebraban en ese día sus hijas espirituales. Días antes había encomendado a las oraciones y sacrificios de la comunidad el triunfo de las armas patriotas. Como la victoria se consiguió en la festividad de la Santa, el Cabildo de Buenos Aires declaró a Santa Clara, Patrona menor de la Ciudad. En ese histórico patio fueron sepultados los combatientes que sucumbieron en las jornadas de la Reconquista.


Es tradicional en la iglesia de San Juan. Todos los días, numerosos fieles acuden a venerar la imagen del Nazareno, a veces trayendo flores como ofrenda.


La iglesia de San Juan fue una de las incendiadas en la noche del 16 de junio de 1955. De la artística talla del Nazareno, sólo quedó la cabeza calcinada. La actual imagen del Nazareno, copia de la primitiva, se debe a una generosa donación del Sr. Alberto Blaquier.


Refiere la tradición que la imagen del Nazareno se encontraba - hace más de siglo y medio- en una casa de la calle Alsina. Sus propietarios, que ignoraban su valor artístico, la tenían abandonada en un altillo. Una anciana esclava morena, antes de entregarse al sueño, solía rezar todas las noches ante la imagen y se lamentaba del abandono en que los dueños de casa dejaban a su Dios. "¡Ah, Señor!", le decía una noche, "si yo tuviera posibles, no estarías tan abandonado". En el acto oye una voz que, dirigiéndose hacia ella, parecía salir de los labios entreabiertos del Nazareno. La sirvienta se turba, tiembla, le parece soñar. Serenándose, al mirar a su Dios, escucha en silencio y percibe distintamente estas palabras: "Diles a tus amos que me lleven a la iglesia de San Juan para que allí me den el debido culto". Atemorizada la pobre morena nada contesta al Señor, ni habla del acontecimiento a sus amos. Como en otra ocasión se repite la misma orden, la pobre esclava dice a la voz celestial: "No me creerán a mí, Señor, que soy la sirvienta de la casa". Y otra vez habló el Nazareno: "La garantía de tu testimonio será la siguiente: morirás en el término de ocho días". La morena cumplió con el divino mensaje y murió a los ocho días.


La familia obedeció la orden del cielo. La imagen del Nazareno, llevada en procesión a la iglesia de San Juan, fue colocada en el nicho central del altar mayor. En 1877, se la puso en el lugar que tiene actualmente, para estar más cerca de la devoción de los fieles.


La Iglesia de San Juan Bautista es actualmente la Casa Provincial de los Padres del Sagrado Corazón de Jesús de Betharram, para Argentina y Uruguay.


Monseñor Escalada nombró Capellán de la iglesia y confesor de las Monjas Clarisas al Padre Pedro Sardoy. Acompañado por los P.P. Simón Guimón y Luis Larrouy y el Hno. Fabián, conformaron la comunidad betharramita.


Los sacerdotes que, en el transcurso de más de un siglo, desempeñaron el cargo de Capellán de la Iglesia y del monasterio de las Clarisas Capuchinas, ejercieron su sagrado ministerios con admirable celo apostólico; especialmente el ministerio de la reconciliación. Muchos de ellos merecen una mención especial. De todos estos beneméritos capellanes, es justo recordar al Rvdo. Padre Francisco Laphitz que -al fallecer el Padre Sardoy, en un viaje que hiciera a Francia en 1875- fue nombrado por Monseñor Federico Aneyros, capellán de la iglesia y confesor de las Clarisas.

Fuente: Wikipedia
 

martes, 25 de enero de 2011

Edificio Piedras 99 :: Rocha Casimires



En 1925 el arquitecto Pablo Scolpini inauguró la casa de rentas ubicada en Piedras e Hipólito Yrigoyen, cuya planta baja ocuparía la hoy tradicional sastrería Rocha Casimires. Durante décadas, el negocio fue regenteado por don Boris Furman, experto en el arte de la aguja, constructor del cable carril de Cerro Catedral y fundador de panaderías populares que abastecían sin cargo a los humildes

Furman murió nonagenario en 2007, pero su sastrería lo sobrevive. Visitarla es como viajar al pasado; no sólo porque resguarda sus escaparates y el mobiliario inicial, sino porque sus vendedores siguen tratando de usted al cliente mientras, a la usanza del tiempo viejo, recorren el local de Piedras 99 con el centímetro al cuello y la tiza en el bolsillo, dos utensilios indispensables para confeccionar trajes a medida.

Estos atributo hicieron que en 2009 el Museo de la Ciudad reconociera al de Rocha Casimires como uno de los locales y edificios porteños que mantienen sus características originales y expresan la memoria de distintas épocas


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Mausoleo del General Manuel Belgrano



El mausoleo del General Manuel Belgrano se encuentra en el atrio del templo de Santo Domingo, en la esquina de la Avenida Belgrano y Defensa. El creador de la bandera nacional murió el 20 de junio de 1820 en plena crisis político-militar, en la pobreza y el olvido de sus contemporáneos. Fue amortajado con el hábito albo de la orden dominicana y enterrado en el atrio de la iglesia y convento de Santo Domingo. Una sencilla losa con la leyenda “Aquí yace el general Belgrano” cubría su sepultura.
En el año 1895, los estudiantes de la Sección Sur del Colegio Nacional de Buenos Aires (después Colegio Nacional Bernardino Rivadavia), junto con los de la Escuela Nacional de Comercio, estaban preparando la velada para festejar la fiesta patria del 9 de julio. Uno de los estudiantes, Gabriel L. Souto, lanzó la idea de hacerle un mausoleo a Belgrano, que fuera el más hermoso de la ciudad. 
El 8 de julio se realizó la procesión cívica, que congregó gran número de jóvenes, sobre todo estudiantes. Recorrió la Avenida de Mayo desde la plaza Lorea, donde se organizó, hasta el monumento a Belgrano, en la Plaza de Mayo. Llegados antes la estatua de Belgrano, después que se escuchara el Himno Nacional, subió al pedestal Souto y en nombre de los estudiantes les habló llamando a la gratitud nacional a reparar el olvido que sufrían los restos mortales de Belgrano, sepultados humildemente en el atrio de la iglesia de Santo Domingo, e invitó al pueblo a que constituyera una comisión representativa para costear por suscripción pública un mausoleo que conservara los restos del héroe. Fueron los jóvenes quienes promovieron la formación de dos comisiones, una Comisión de Presidentes Honorarios y otra Ejecutiva, que sería la que tendría el peso efectivo de la tarea. La primera de estas dos Comisiones estaba formada por destacadas figuras de la vida pública argentina, tales como los ex-presidentes Bartolomé Mitre, Julio Argentino Roca y Carlos Pellegrini; Bernardo de Irigoyen, Vicente Fidel López, Carlos Guido Spano, el Obispo Auxiliar de Buenos Aires, Monseñor Agustín Boneo y Fray Marcelino Benavente. Mientras que la Comisión Ejecutiva tuvo como presidente a Gabriel Souto, el autor de la idea de erigir el mausoleo.

La suscripción pública que debería cerrarse en junio de 1896, reunió una cantidad considerable de fondos. A ello se sumó la acción del Congreso Nacional, que en 1896 sancionó la ley 3363, por la que daba un aporte de cincuenta mil pesos para la colecta. Su ejemplo fue seguido por las legislaturas de varias provincias. Otras instituciones, como el Ejército y la Armada, al igual que el comercio, asociaciones, escuelas y particulares contribuyeron con su aporte. La colecta siguió por más tiempo del fijado inicialmente y cuando se cerró había en caja 107.725 pesos con 25 centavos, suma muy importante para la época.

En el año 1896, los jóvenes promotores de la construcción del mausoleo de Belgrano, nombraron una Comisón compuesta por legisladores nacionales para que redactase la base del concurso para la ejecución de la obra. Esta estaba integrada por los Senadores Nacionales Bartolomé Mitre y Julio A. Roca, Doctor Carlos Pellegrini y Doctor Bernado de Irigoyen, y los Diputados Nacionales Doctor Manuel Mantilla, Doctor Benjamín Giménez, señor Mariano de Vedia y Doctor Adolfo Dávila.

Para la confección de los proyectos se invitó al concurso a escultores argentinos, italianos y franceses. Las Embajadas en Roma y en París se movilizaron para despertar el interés de los principales artistas del mundo. Aquí fueron asesores del jurado el arquitecto Dormal, el ingeniero Agrelo y el artista Eduardo Schiaffino. El trámite del concurso fue largo y engorroso, pero al fin la obra le fue adjudicada al escultor italiano Ettore Ximenes, quien la realizó, previas algunas modificaciones al proyecto original, y es la que hoy podemos admirar en el atrio de la iglesia del Convento de Santo Domingo.

La obra fue inaugurada el 20 de junio de 1903, siendo el General Julio Argentino Roca, presidente por segunda vez.

El mausoleo, desde el suelo hasta la parte superior del sarcófago, mide casi nueve metros. El basamento es de mármol de Carrara. Las estatuas laterales, que simbolizan “El Pensamiento” y “La Acción”, al igual que los bajorrelieves, son de bronce. Las cuatro estatuas de los ángeles están vaciadas en aluminio y la reja que rodea al mausoleo es de hierro. En la reja, también de hierro, que circunda el atrio se encuentra la llama votiva. El sarcófago está coronado por un yelmo que tiene un águila que simboliza la potencia más elevada, el genio y el heroísmo. Atendiendo al carácter polivalente del símbolo podemos decir que el águila alude a las alturas, al espíritu identificado con el sol y al principio espiritual. Tiene el ritmo de la nobleza heroica y de la actividad guerrera. Es el principio celestial en lucha con lo telúrico octónico. El águila conduce a las almas a la inmortalidad. En el cristianismo representa al mensajero celestial y según Dante es el pájaro de Dios.
El simbolismo de “El Pensamiento” alude al hombre comprometido con la producción intelectual, con la meditación y con el esfuerzo racional. Belgrano fue de profesión abogado, por vocación economista, siendo pionero en el desarrollo de la ciencia económica en el Río de la Plata. Ocupó el cargo de secretario del Consulado, institución económica de la que se valió para promover reformas que favoreciesen el desarrollo de la agricultura, las artesanías y el comercio. Se opuso al monopolio y reivindicó el libre comercio. Pero el imperio de las circunstancias hicieron de Belgrano un militar. “La Acción” alude a sus campañas militares. Los dos bajorrelieves evocan la creación de la bandera nacional y sus triunfos en las batallas de Tucumán (1812) y Salta (1813). Estos triunfos belgranianos permitieron a la revolución recuperar por segunda vez el Alto Perú (Bolivia) y proyectarse hacia la unidad americana.
Una cinta en el mausoleo dice “Studis Provehendis” (Proveedor de Estudios) con lo cual se alude al destino que Belgrano les dio a los 40.000 pesos con los cuales el gobierno le recompensó por sus victorias: Belgrano quiso que este dinero fuese destinado a la construcción de cuatro escuelas públicas en el interior del país. “El Pensamiento” y “La Acción” nos muestran la dimensión de un hombre que conjugaba los libros con la espada para liberar la América del Sur. Porque para ser libres no basta con la independencia por medio de las armas, sino que esta se afianza y consolida con la educación y la cultura de las nuevas generaciones. En la parte inferior de la escalinata del mausoleo se colocaron, en el transcurso de los años, diversas placas conmemorativas con que las distintas instituciones lo homenajean. Entre el mausoleo y la entrada principal de la basílica se encuentra un mástil para el pabellón nacional.
El Mausoleo de Manuel Belgrano fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1946. El mausoleo es una alegoría al noble guerrero y a su lucha abnegada por la libertad y la independencia.
Fuente: INSTITUTO NACIONAL BELGRANIANO, Belgrano. Los ideales de la patria. Buenos Aires, Manrique Zago ediciones, 1995, p.p.99-102.

lunes, 24 de enero de 2011

Palacio Vera :: Ex Hotel Centenario




Este palacio art noveau, con sus líneas curvas y vidrios biselados, fue construido en 1910 por los arquitectos Arturo Prins y Oscar Ranzenhofler como vivienda para la familia de Eustaquio Díaz Vélez (h). Lo inauguró la propia Infanta Isabel de Borbón, presente en la ciudad para los festejos del Centenario.



En él funcionó primero el Hotel Centenario. Luego destinado a oficinas, tuvo aquí su sede el diario La Época. Desde hace décadas uno de sus locales comerciales es ocupado por una clásica librería de usados y antiguedades llamada “El Túnel”.


Fuente: Wikipedia
 

Palacio Urquiza Anchorena






El Palacio Urquiza Anchorena está ubicado en Avenida de Mayo 747, en el barrio de Monserrat. Fue mandado a construir por el doctor Diógenes de Urquiza Anchorena como edificio para oficinas. Es una obra del Ingeniero Esteban Sanguinetti, inaugurada en 1921.

Presenta una fachada académica en la que se destaca su portal con una gran reja de hierro que da acceso a un corredor ornamentado con sobrerrelieves que llegan hasta el cielorraso, puertas de madera tallada y cristal y un antiguo buzón cuadrangular para correspondencia. Se lo conoció también como pasaje "La Mundial" por haber albergado a las oficinas de esta compañía de seguros.

Fuente: Wikipedia

viernes, 21 de enero de 2011

Aduana de Buenos Aires



La Aduana de Buenos Aires es el edificio que aloja a la Dirección General de Aduanas en Buenos Aires, capital de la República Argentina. Es obra de los arquitectos Lanús y Hary, se inauguró en 1910 y en 2009 se transformó en Monumento Histórico Nacional. Su dirección es Azopardo 350.



La Aduana de Buenos Aires existió desde el año 1580, cuando la ciudad fue fundada por el adelantado Juan de Garay. Desde 1855 a 1896 ocupó el edificio conocido como Aduana de Taylor, una construcción con forma semicircular levantada en terrenos ganados al río, que fue demolida al rellenarse la ribera para construir el Puerto Madero. Su espacio y su forma peculiar siguen en la actualidad presentes en el Parque Colón.

Como la Aduana tuvo que pasar a ocupar de manera improvisada el llamado Edificio de Rentas Nacionales (terreno hoy ocupado por el Palacio de Hacienda), se decidió que era necesaria la construcción de un edificio adecuado para alojar a este organismo, en pleno proceso de expansión gracias al modelo agroexportador.

De esta forma, fue asignado al nuevo "palacio" de Aduana un terreno nacido con el relleno costero del nuevo puerto, delimitado por las avenidas Paseo Colón e Ingeniero Huergo, y las entonces calles Belgrano y Moreno. En 1908, el estudio de los arquitectos Eduardo Lanús y Pablo Hary proyectó el nuevo edificio.

Las obras comenzaron hacia enero de 1909, bajo la presidencia de José Figueroa Alcorta. El edificio fue inaugurado el 8 de octubre de 1910, cuatro días antes de que Figueroa Alcorta fuera sucedido en su cargo por Roque Sáenz Peña y en el marco del festejo del Centenario de la Revolución de Mayo. De todas formas, la nueva Aduana comenzó a ser ocupada recién el siguiente 6 de enero.

El 28 de septiembre de 2009, el Decreto 1309/09 lo declaró Monumento Histórico Nacional.

El elemento más destacado del edificio de la Aduana porteña es su absoluta simetría. Ocupa toda la manzana, y posee dos torres gemelas que se pueden ver incluso a bastante distancia, desde los diques del Puerto Madero. Otro elemento decorativo representativo son las molduras que representan el escudo de la República Argentina ubicadas sobre la inscripción "ADUANA", en las fachadas principales que miran a la calle Azopardo y la Avenida Huergo.

El edificio es de estilo academicista francés, posee un subsuelo, planta baja y tres pisos superiores, con una mansarda de pizarra, material que también reviste las dos torres. Las entradas principales son por el centro de simetría de las fachadas que miran a la calle Moreno y la Avenida Huergo, y constan de grandes pórticos de dos niveles de altura, enmarcados por inmensas columnas sobre volúmenes salientes. En cuanto a sus ambientes, están distribuidos entre 23 salones y 90 locales.

Fuente: Wikipedia
 

Almacen en Moreno 402


Este viejo almacén llamado "La Flor de Asturias" se encuentra en la esquina de Moreno y Defensa, en el barrio de Monserrat.

Acá venía a hacer las compras de pequeña Niní Marshall, que vivía a una cuadra de distancia.

Una característica relevante es que se trata de una esquina sin ochava como ya quedan pocas en Buenos Aires. Poco pude averiguar sobre su historia pero espero descubrir el año de construcción.


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jueves, 20 de enero de 2011

Hotel Moreno



El Moreno Hotel es un hotel boutique que se encuentra en la calle Moreno 376 en el barrio de Monserrat en la ciudad de Buenos Aires.

Fue establecido en un edificio de oficinas proyectado para Adolfo Hirsch, Bernardo Zollfrei, Bruno y Ricardo Sadler por el arquitecto húngaro Johannes Kronfuss en 1929, en estilo art decó y construido por la compañía F.H. Schmidt SA.

A lo largo de los años este edificio alojó, entre otros, al Centro de Importadores de Buenos Aires y a la Editorial Kapelusz. En 2006 fue sometido a una remodelación y restauración a cargo del estudio Fernández-Huberman-Otero, para transformarlo en el actual hotel.

Del Moreno Hotel se destaca su decoración con abundancia de cerámicas tanto en el vestíbulo y hall como en el basamento de su fachada. Las piezas fueron confeccionadas por la fábrica Uwag en Europa, e importadas. En el interior también resaltan cinco vitrales realizados por el alemán Gustav van Treeck, con temáticas simbólicas (navegación, industria, transporte, ganadería y agricultura).

El inmueble fue declarado patrimonio histórico de la ciudad.

Fuente: Wikipedia
 

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