martes, 11 de enero de 2011

Iglesia de San Miguel Arcangel



La Iglesia de San Miguel Arcángel es un templo católico que se encuentra en el casco histórico de la ciudad de Buenos Aires, Argentina. Se caracteriza por su única torre y su fachada decorada con mosaico veneciano. Es un Monumento Histórico Nacional y se encuentra en la calle Bartolomé Mitre, en el cruce con la calle Suipacha, en el barrio de San Nicolás.
El 13 de marzo de 1727, el gaditano Don Juan Guillermo González y Aragón, fundó en Buenos Aires la Hermandad de la Santa Caridad de Nuestro Señor Jesucristo, con la función de asistir a los menesterosos en la enfermedad y la muerte. En un primer momento la Hermandad trabajó en la Iglesia de San Juan Bautista (actuales calles Adolfo Alsina y Piedras), pasando luego al actual cruce de la Avenida Independencia y la calle Tacuarí. Finalmente, adquirió un terreno al norte de la pequeña ciudad y allí González y Aragón investido sacerdote, organizó la construcción del primer templo hacia 1733. El terreno anterior fue vendido y allí está actualmente la Iglesia de Nuestra Señora la Inmaculada Concepción.
En el nuevo templo se instaló en el altar mayor una imagen de Nuestra Señora de los Remedios, originaria de Cádiz. En los terrenos se instalaron también el cementerio de Pobres y Ajusticiados, el Hospital de San Miguel y el Colegio de Huérfanos.
A la muerte de González y Aragón, en 1768, su hijo comenzó la construcción de un nuevo edificio que se inauguró el 21 de noviembre de 1788. La Hermandad se trasladó a la Iglesia de Nuestra Señora de Monserrat en 1791, conservando la Casa de Expósitos, el hospital y el orfanato para niñas. En 1822 el gobernador Bernardino Rivadavia clausuró la Hermandad, creando la Sociedad de Beneficencia y la Casa de Expósitos (luego Casa Cuna, actual Hospital Pedro de Elizalde).
La única torre de la Iglesia de San Miguel se terminó recién hacia 1853. Entre 1912 y 1918, por iniciativa del Monseñor de Andrea la fachada del templo fue remodelada con mosaico veneciano y dotada de un estilo neorrenacentista, por el arquitecto y pintor italiano Augusto Ferrari.
Durante la quema de iglesias llevada adelante por militantes peronistas el 16 de junio de 1955, San Miguel sufrió daños y pérdidas materiales, por ejemplo registros de defunciones de los tiempos previos a la creación del Registro Civil.
En 1983, la iglesia fue nombrada Monumento Histórico Nacional mediante el decreto 2088.
Detalles Arquitectonicos
La arquitectura original de la sede parroquial era muy simple hasta que se le efectuaron importantes reformas acordes con la tendencia neoclásica. Todos estos cambios fueron muy lentos pues la torre se terminó recién en 1853.
La Fachada
La fachada era muy sobria, dividida en dos cuerpos por un esquemático entablamiento y con pilastras sin base ni capitel. En el eje se abría la puerta de acceso, de vano semicircular y, en el piso superior, sobre ella, había un nicho con una imagen. Finalmente, corría otro entablamiento más importante y un sencillo pretil con la figura del Santo Arcángel. Luego de las reformas efectuadas entre 1912 y 1918 la fachada adquirió características eclécticas neorrenacentistas
Pares de columnas exentas de orden corintio enmarcan la puerta de acceso, a sus lados sendos mosaicos de fondo color oro con cruz sobrepuesta azul-celeste, técnica musiva que se empleó para decorar el friso del entablamiento de este cuerpo, con una frase alusiva a San Miguel y en la que se emplearon los mismos colores. En sus extremos columnas esquineras y pilastras similares, una por lado, le dan término.
 En el segundo cuerpo, en el centro, frontón escarzano partido sostenido por ménsulas, entre ellas también en mosaico, el nombre de la advocación del templo.   
En el pleno del frontis la base de la imagen de San Miguel que emerge delante de un óculo.
A sus lados un pretil vincula pedestales que apoyan en las columnas descriptas del primer cuerpo que sirven de sostén a las esculturas de los Doctores de la Iglesia. La arquitectura de este cuerpo la conforman tres cuartos de columnas y pilastras de igual orden con su respectivo entablamiento de línea mixtilínea.
Termina la fachada en el eje, una composición formada por óculo al centro con la figura de Dios padre, pintada probablemente sobre chapa, a sus lados decoración de roleos y sendos pares de ménsulas sostienen otro frontón cuyo pleno reitera la decoración musiva, coronando el conjunto de la efigie de bulto del Salvador. En los laterales, muretes con pilares sobre las columnas del cuerpo inferior. 
La Torre
Desde esta torre, llamada "La Chismosa" se atalayaban en 1853 para avistar las guerrillas entrerrianas ( La Razón 21-8-1918). Esta única torre, ubicada a la izquierda, se hallaba dividida en tres cuerpos por molduras muy simples. Sus ángulos eran redondeados y en el segundo y tercer cuerpo se abrían ventanas en cada uno de los muros. Le daba término un cornisamiento de destacadas proporciones y un chapitel campaniforme con cupulín. La torre fue decorada con juegos de pilastras esquineras, orden ecléctico, entablamiento que reitera la traza mixtilínea, esfera de reloj y una sola abertura por lado de vano semicircular. Conserva la antigua cúpula campaniforme hexagonal decorada con azulejos, y el cupulín y cruz de hierro forjado. Años mas tarde se procedió a demoler las mayólicas del capulín de la torre y a recubrirlo con un revestimiento.30
Las puertas laterales
La puerta adhiere a la tradicional forma de marco en arco escarzado. La componen dos hojas divididas aproximadamente a los dos tercios de su altura, con cuarterones, con portillo. A éste lo decoran seis tableros superpuestos: los correspondientes al zócalo son de perímetro rectangular y están colocados verticalmente, los centrales, de flancos rectos, son alongados y tienen los extremos mixtilíneos, los superiores, muestran tres lados en cuadro y el restante, paralelo al arco escarzano del vano. Las hojas laterales del postigo Las conforman cinco cuarterones cada una, en forma de paralelogramos verticales y sus terminaciones menores son contracurvadas. El paño encimero consta de ocho tableros rectangulares con contracurvas en sus lados pequeños y distorsiones para mantener el paralelismo con el dintel. Es madera tallada y lustrada y pertenecen a la segunda mitad del siglo XVIII.
El interior del templo
La distribución adhiere al tradicional plano compuesto por nártex, una sola nave central, a la cual abren a cada lado: el nicho para la benditera, una hornacina y tres capillas de escasa profundidad entre los machones; a continuación el crucero y presbiterio originalmente de planta recta que, al reformarse el templo se le transformó en falso ábside.
Sobre los muros de la antigua capilla se observan restos de pintura del siglo XIX, huecos que probablemente sirvieron para amurar los horcones del anterior retablo, como también trozos del entablamiento original, que hacen presumir que respondían al orden toscano.
El templo se halla cubierto por una bóveda de cañón corrido con lunetos para las aberturas, éstas de dintel en arco escarzano. Al reformarla se suspendió de ella otra falsa, por lo que es posible suponer que debe estar reforzada por un arco perpiano en cada uno de los tramos en que se divide la nave.
Ferrari modificó el espacio interno de la iglesia creando un ábside curvo, cubriendo la bóveda y la cúpula con casquetes de metal desplegado y yeso. Para delimitar los tramos, colocó arcos fajones del mismo material y recortó cornisas para lograr el efecto de trampantojo. Decoró con grandes cuaderos las paredes libres sobre los altos zócalos y la techumbre. En el conjunto se observa la reunión de temas tomados de los Evangelios Canónicos y de los Apócrifos. Sorprende también la gran cantidad de atlantes y de cariátides presentados de un modo original.
En la Unión del 16 de julio de 1921 se consigna" …los grandes altares de madera han desaparecido para dar lugar a cuatro más pequeños de mármol, colocados en forma tal que permiten dar mayor desahogo al templo. En vez de los antiguos santos de bulbo el artista ( ..) ha hecho delicados lienzos que representan uno al Sagrado Corazón, a María Inmaculada otro, a la nobilísima Santa Filomena el tercero y a la Muerte de San José el último…puede considerarse el templo más hermoso de la capital. Efectivamente, el antiguo templo del cual fueron curas rectores destacadas personalidades del clero argentino (…) evoca en Buenos Aires el aspecto característico de las capillas romanas del siglo XV. "

Fuente: Wikipedia


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