martes, 28 de diciembre de 2010

Galeria General Guemes










La Galería General Güemes es un edificio de estilo art nouveau que posee un pasaje peatonal interior de unos 100 metros de extensión con locales comerciales en dos niveles. Se encuentra en pleno centro de la ciudad de Buenos Aires, Argentina y es el primer edificio de dicho país construido íntegramente en hormigón armado.
Hacia la década de 1910 Florida era una de las calles con más movimiento comercial de Buenos Aires, y peatonal 10 horas al día. Sobre ella se habían edificado casas de clase alta en las últimas décadas del siglo XIX.
En el solar de la calle Florida 150 se encontraba desde 1830 una casa de altos (como se llamaba a las construcciones con un piso de altura) que adquirieron los salteños Emilio San Miguel y David Ovejero. En él planearon la edificación de un rascacielos, cuyo concurso de diseño ganó en septiembre de 1912 el italiano Francesco Gianotti, que había construido el Pabellón Italiano de la Exposición del Centenario en 1910, diseñado por su colega Gaetano Moretti.
El plan de San Miguel y Ovejero contemplaba un rascacielos que superara con creces el límite de altura permitido por el código de edificación de Buenos Aires, y la construcción de una sala de espectáculos en el subsuelo, lo cual estaba prohibido. Por lo tanto, el intendente municipal Joaquín de Anchorena tuvo que recomendar al Concejo Deliberante la aprobación de los planos, considerando la construcción como "un exponente del adelanto arquitectónico del municipio", y alegando que "facilitaría el desenvolvimiento del tránsito de peatones en esa zona de gran densidad".
Como condicionamiento se propuso la apertura de un pasaje peatonal de uso semipúblico, que atravesara el edificio, por lo cual fue necesario adquirir el terreno con salida al otro extremo de la manzana, propiedad del Banco Supervielle, sobre la calle San Martín. El banco se sumó al proyecto y quedó determinado que ambas construcciones debían representar una unidad.
Las obras comenzaron el 10 de marzo de 1913 y se desarrollaron con gran rapidez, a pesar del hundimiento del barco que transportaba los mármoles decorativos de la galería a causa de la Primera Guerra Mundial. En 32 meses los trabajos a cargo de la Compañía General de Obras Públicas (GEOPÉ) fueron concluidos con un costo de 15 millones de pesos fuertes, y el 15 de diciembre de 1915 se inauguró la Galería General Güemes, nombrada en honor al caudillo del norte argentino Martín Miguel de Güemes. Asistieron al acto (a cargo del Círculo de la Prensa) el presidente Victorino de la Plaza, el doctor Indalecio Gómez, el general José Félix Uriburu y los nietos de Güemes, Adolfo y Domingo.
Uno de los personajes destacados que vivió en un departamento de la Galería Güemes fue el escritor y aviador Antoine de Saint-Exupéry, que escribió allí su Vuelo nocturno. También Julio Cortázar solía recorrerla, y en su cuento "El otro cielo" la enlazó con la Galería Vivienne de París. En el teatro que funcionaba en el subsuelo actuaron entre otros Carlos Gardel y Pepe Biondi.
El 10 de septiembre de 1971 un incendio azotó la Galería Güemes, causando serios daños a su estructura e interiores. El frente de la calle Florida quedó destruido, y fue diseñada una nueva fachada de estilo moderno, con un muro cortina de vidrio, rompiendo el aspecto y la integridad del edificio original.
Luego de años de decadencia y pérdida de valor, la administración de la Galería Güemes decidió encarar trabajos de restauración del edificio, encargados al estudio del arquitecto Reinaldo Lemos en 2004. Se descubrieron las claraboyas, que estaban tapiadas con hormigón, se recuperaron pinturas murales y se llevaron adelante trabajos de enlucido de los bronces. En 2008, las obras generales fueron concluidas.
En abril de 2010, fue abierto al público el mirador de la Galería Güemes, permitiendo a los visitantes una vista en 360 grados de las alturas de Buenos Aires.

Fuente: Wikipedia

2 comentarios:

  1. A todo esto tengo que agregar lo bien que almorzamos Andrés y yo ayer en el restaurante Piazzolla que ocupa el subsuelo donde antes estaba el teatro. Buena comida, buen precio y un ambiente espectacular. ¡Gracias Andru por llevarme y hacerme conocer un poco más de este Buenos Aires que amo! Mamá

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